Fujimi 311159 JB-04 JASDF Mitsubishi F-1 Support Fighter

En la década de 1960, los japoneses poseían varios aviones de combate de alta gama, incluidos el F-104J Starfighter y el F-4EJ Phantom II. El entrenamiento básico fue proporcionado por aviones de entrenamiento subsónicos Fuji T-1, que no eran más que la versión biplaza rediseñada japonesa del F-86 Sabre. Después de completar el entrenamiento básico, los jóvenes pilotos tuvieron que cambiar a un avión supersónico y enfrentar el desafío de las versiones biplaza de los cazas supersónicos Starfighter y Phantom. Para cerrar la brecha entre el T-1 y el avión supersónico, la Fuerza Aérea de Defensa Japonesa (JASDF: Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón) necesitaba un avión más avanzado para introducir a los pilotos en la fase de entrenamiento de entrenadores de aviones de combate. A fines de la década de 1960, los japoneses consideraron comprar un cazabombardero Jaguar anglo-francés, pero lo abandonaron debido a los costos demasiado altos. Por ello, no fue ninguna sorpresa que el diseño final del avión supersónico presentado por Mitsubishi fuera muy similar al del avión Sepecat Jaguar. En 1970, se comenzó a trabajar en el primero de los cuatro prototipos de este avión, denominado XT-2. El 20 de julio de 1971, el prototipo XT-2 realizó su primer vuelo. Después de exitosas pruebas de aire en 1973, se ordenó el primer lote de 20 de estas máquinas. Las entregas comenzaron en 1975 y, después de varios pedidos más, el último de los 96 aviones pedidos se entregó en 1988. Ya durante el desarrollo del T-2, se decidió utilizar este avión monoplaza para tareas de asalto en tierra y mar. Los T-2 sexto y séptimo se modificaron para ser utilizados como prototipos del Mitsubishi F-1. En la parte trasera de la cabina hay equipos electrónicos adicionales cubiertos con una cubierta de metal. El primer vuelo en el FS-T-2, porque así se marcaron los dos primeros aviones Mitsubishi, se realizó el 3 de junio de 1975. Entre 1977 y 1984 se ordenaron 77 F-1, el último salió de la fábrica de Nagoya-Komaki en 1987. Durante los años de operación de este avión, solo cinco máquinas se perdieron en accidentes aéreos. El T-2 entró en servicio en dos versiones: 34 T-2Z desarmados y 62 T-2K armados. Tanto el T-2K como el F-1 tienen cañones JM61 de 20 mm montados en la parte inferior del frente del fuselaje. El F-1 tiene cuatro ganchos debajo de las alas para sujetar tanques de combustible, bombas de caída libre o contenedores con misiles no guiados. Para defensa propia, el piloto F-1 puede usar sus cuatro puntos de suspensión para misiles AIM-9 Sidewinder. Aunque el avión fue diseñado como un ataque, el JASDF tiene aviones F-1 que pueden transportar un conjunto de cuatro misiles Sidewinder (estado QRA). Una de las principales aplicaciones del F-1 es la capacidad de usarlo para atacar en condiciones de mar. Debido a las limitaciones de la doctrina de defensa vigente en la JSADF, esta tarea corresponde a las aeronaves F-1 para combatir la flota de naves que realizan desembarcos hostiles. Los aviones T-2 volaron en dos escuadrones de entrenamiento de la base aérea de Matshushima. En 1982, el equipo de demostración acrobático Blue Impulse de la Fuerza Aérea de Defensa Japonesa, también con base en Matshushima, recibió siete de estos aviones para reemplazar a los antiguos F-86 Sabres. Desafortunadamente, uno de los T-2 pintados de azul (# 19-5174) se estrelló el 14 de noviembre de 1982 durante una demostración en la base de Hamamatsu. Los vuelos del equipo se suspendieron de inmediato, pero se reanudaron pronto en 1983. En 1995, el T-2 del equipo Blue Impulse reemplazó a los aviones de entrenamiento T-4. En el otoño de 1987, se tomó la decisión de retirar el avión F-1. El FS-X, un avión muy similar al F-16 Fighting Falcon, fue seleccionado como sucesor.